martes, 23 de marzo de 2010

domingo, 21 de marzo de 2010

CHIAPAS


Chiapas es uno de los 31 estados que, junto con el Distrito Federal, conforman las 32 entidades federativas de México. Localizado en el sureste de México, se convirtió en el 19° estado de México el 14 de septiembre de 1824 tras la realización de un plebiscito popular, pues durante la etapa colonial estaba integrado en la Capitanía General de Guatemala. El estado cuenta con atractivos turisticos como la zona arqueológica de Palenque y las cascadas de Agua Azul. La entidad cuenta con 118 municipios y 29 MAREZ (municipios autónomos en rebeldía).



El nombre de Chiapas proviene de la palabra Chiapan o Tepechiapan, forma en que se designaba a la antigua población indígena de los chiapanecas, y cuyo significado es " Cerro de la Chia" o "Agua debajo del Cerro". Los conquistadores, al fundar dos ciudades en la región, Chiapa de los Indios y Chiapa de los Españoles, adoptaron para ambas el nombre de Provincia de las Chiapas. Pero su historia es aun más antigua. Tras 1500 años de formación y florecimiento, hacia el año 300 de nuestra era se inicia el periodo clásico maya como la culminación de un largo proceso en que se desarrollo la política, la economía, la conciencia comunitaria y la cultura. Sobre el margen del Usumancinta y en la Selva Lacandona, prosperaron grandes centros ceremoniales: Yaxchilan, Palenque, Tonina, Bonampak, Tenam Puente, Chinkultic, Lacanha e innumerables comunidades. La zona estaba densamente poblada, era centro del mundo.
Al fin del siglo XV los aztecas dominaron estas tierras, imponiendo tributos en especie y dejando nombres en náhuatl de lugares, animales y vegetales en toda la región.
A la llegada de los primeros españoles en 1518, se le denominaba a la comarca "El Gran Quiche", Juan de Grijalva se adentro en la primera expedición por el rió que hoy lleva su nombre. Gonzalo de Sandoval inicio la conquista en 1522, al fundar la Villa del Espíritu Santo cerca del rió Coatzacoalcos. Pero hasta en 1523 que Hernán Cortes envía a Pedro de Alvarado, Luis Marin y Diego de Mazariegos en declaración total de conquista. Se inicia así un intento de sujeción que jamás ha podido ser concretado contra los indígenas de Chiapas.
CAPITAL: TUXTLA GUTIÉRREZ
TRAJE TÍPICO

Existen una gran variedad de trajes en chiapas pero el traje de la "Chiapaneca" se ha convertido en típico del estado. Se trata de una creación reciente que intenta describir la riqueza de la flora local contrastando la negrura de la selva.


POBLACIÓN


Según el censo del INEGI de 2005, Chiapas cuenta con 4.293.459 habitantes, ocupando el séptimo lugar de las entidades estatales más pobladas del país.


Chiapas, como otros estados del sureste mexicano, tiene una composición pluriétnica y pluricultural. Según el INEGI (2005), 957.255 pertenecen a un pueblo indígena en Chiapas. Los porcentajes pueden variar según los criterios utilizados en las encuestas. Por un lado se establecen criterios visibles como hablar una lengua indígena o mantener el traje tradicional, y por el otro prevalece el criterio de la auto identificación como indígena.


El 81,5% de la población indígena se concentra en tres regiones: los Altos, el Norte y la Selva. Los grupos indígenas predominantes son:
Tzeltal – 37,9% de la población indígena total
Tzotzil – 33,5%
Chol – 16,9%
zoque – 4,6%
Tojolabal – 4,5%


Los grupos Mame, Chuj, Kanjobal, Jacalteco, Lacandón, Kakchikel, Mochó (Motozintleco), Quiché e Ixil forman los otros restantes 2,7% de la población indígena del estado.
La tasa de fecundidad del estado fue la segunda más alta del país en 2007: 2,4 niños/as por cada mujer.
La población indígena es joven: el 32,8% de la población total indígena tenía de 5 a 14 años en 2005.
Chiapas ocupa el lugar 7 a nivel mundial por el número de habitantes.
En la siguiente imagen se puede apreciar el número de habitantes clasificados por edad y sexo.

LENGUAS

Los idiomas hablados en Chiapas son: Castellano (por la mayoría), maya y olmeca. Los dialectos mayas chiapanecos son: chol, tojolabal, tzeltal, tzotzil, mame y lacandón.El dialecto olmeca es el Zoque.
GRUPOS ÉTNICOS

En Chiapas existen grupos étnicos mucho menos numerosos y que se localizan en varios municipios situados a lo largo de la frontera con Guatemala. Los lacandones viven en pequeñas aldeas llamadas caribales, dispersas en la selva a la que le dannombre. Los chujes, cuya mayor parte vive en el Departamento de Huehuetenango, Guatemala, se han establecido en varios poblados a lo largo de la línea fronteriza en el municipio de La Trinitaria. Los jacaltecos, a su vez, también originarios deHuehuetenango, habitan en algunas localidades del municipio de Frontera Comalapa. Por su parte, los mochós se localizan fundamentalmente en la ciudad de Motozintia y en el pueblo de Tuzantán.La necesidad de nuevas tierras por la presión demográfica, el proceso económico representado por el cultivo del café, las divisiones fomentadas por cuestiones religiosas y algunos fenómenos naturales como la erupción del volcán Chichón han obligado a gran número de indígenas a emigrar de su área original. Zoques, choies, tzotziies, tzeltales y tojolabales han colonizado áreas de la Selva Lacandona. Tzeltales, tzotziies y tojolabales se han establecido en las áreas cafetícolas de la Sierra Madre en municipios como Huixtla, Escuintla, Acacoyagua, Siltepec y Ángel Albino Corzo. Por otro lado, tzeitales y tzotziles han colonizado áreas selváticas de los municipios de Berriozábal, Ocozocoautia y Cintalapa, mientras que los tzotziies han empujado también sus límites occidentales y se han asentado en municipios zoques como Coapilia, Chicoasén, lxhuatán y Amatán. Los tzotziies se han asentado en las tierras agrícolas de los valles centrales. Algunas veces migran hacia las zonas urbanas, principalmente a San Cristóbal de las Casas y Tuxtia Gutiérrez. Esta última ciudad, cuya población indígena original es zoque, presenta ahora gran número de habitantes tzotziies.Los movimientos internacionales de trabajadores migratorios y de refugiados también han significado desplazamientos étnicos, sobre todo de mames, chujes y kanjobales, establecidos a lo largo de la franja fronteriza con Guatemala.
PLATILLO TÍPICO

De la gastronomía de Chiapas hay que resaltar su sabor, variedad y la calidad de sus productos. Uno de los ingredientes básicos en la dieta es el maíz, por lo que el tamal es el platillo característico de la región. Pero existen otros productos que son base de esta cocina como el frijol, el pavo y pollo, el cerdo y la calabaza, entre otros. También se producen excelentes quesos como por ejemplo el de bola, que se produce en Ocosingo.Entre los platos típicos de Chiapas destacar chipilín con bolita, (sopa muy sabrosa, cuyos ingredientes principales son maíz y la hierba chipilín), tamales de chipilín, tamal de jacuané, mole de cerdo, frijoles negros con carne salada de res, el chispola (carne de res con garbanzo y col), etc.. Cada región tiene sus especialidades culinarias.No podemos olvidarnos de las excelentes frutas que nos ofrece esta región como el melón, sandía, mango, papaya, chicozapote, guanábana, chirimoya, mamey, pitahaya y cupapé.
En cuanto al dulce destacar la gran variedad que existe en Chiapas, destacar los dulces de camote y membrillo, el pucxinú, elaborado de maíz y miel o suspiros de yuca.
BEBIDA TÍPICA
En lo referente a la bebida típica destacar el tlascalate y el Pozol, bebida de maíz blanco o acompañado con cacao que ha sido sustento de todas las culturas chiapanecas. El agua chicha es una bebida alcohólica típica de Chiapas.
COSTUMBRES

Una rica y complicada gama de costumbres y creencias conviven de manera increíble en la región chiapaneca, pues cada uno de los grupos étnicos que allí habitan posee hondas raíces y tradiciones cuyos orígenes, en algunos casos, se pierden en el tiempo y en los recónditos secretos de la historia de sus más antiguos ancestros: los mayas de la época Clásica. Así, en el amplio territorio que hoy ocupa el estado de Chiapas, se encuentran los grupos tzeltal, tzotzil, chol, zoque, tojolabal, lacandones y mames. De los lacandones se sabe que su número es muy reducido y que se encuentran muy aislados en la zona de Montes Azules. Los mames, por su parte, han casi desaparecido, pues su lengua y costumbres se encuentran casi relegados por completo. No obstante, todos estos grupos comparten un número importante de rasgos culturales similares como la lengua, la vestimenta y principalmente las creencias, como los pensamientos acerca de la vida y de la muerte, la naturaleza, la religión entre católica y pagana, los grupos familiares, los niños, las mujeres y los ancianos, entre otras de las cosas que conforman su amplio mundo de símbolos e imágenes míticas y mágicas.
Uno de los lugares en donde mejor se palpa este mágico sentido, es tal vez el día de mercado en San Cristóbal de las Casas, pues allí se dan cita personajes de distintas comunidades entre el bullicio y la algarabía de cientos de vendedores de frutas, legumbres, animales, telas, artesanías y un sinfín de objetos útiles para todas las cosas de la vida diaria, en un marco en el que resaltan los coloridos trajes de distintas áreas de la entidad.

Sin duda otra importante muestra la podrá vivir en los poblados de San Juan Chamula y de Zinacantán, donde las celebraciones religiosas, al interior de los templos católicos, alcanzan niveles mágicos, pues las luces y el humo de las velas se mezclan con las oraciones en varias lenguas indígenas y el olor a aguardiente, en medio de un ambiente de gran misticismo.

Los parachicos, tradiciones y leyendas de Chiapa de Corzo
Chiapas se destaca por la belleza de su naturaleza, por su rica y compleja historia; en su fértil territorio han vivido desde la época prehispánica diversos grupos como los tzotziles, tzeltales, tojolabales, choles, zoques y chiapanecas. Entre la población de nuestros días se cuenta la historia del suicidio colectivo de estos últimos ante la inminencia de la dominación española.
Los chiapanecas eran particularmente agresivos. Su poderío militar era tal que se duda que alguna vez fueran conquistados por los aztecas.

Se cuenta que la importante población de los chiapanecas se acabó, no porque los conquistador es la hubiese sometido, sino por Ia decisión propia de quitarse Ia vida antes que aceptar Ia dominación. Inútilmente, Luis Marín sometió Nandalumí (Pueblo grande) en 1524, pues pronto sus pobladores volvieron a sus viejas costumbres. En 1528, sabedores de la fiereza de los indios, los españoles, al mando de Diego de Mazariegos, iban muy bien armados y con el apoyo de los pueblos vecinos, llegaron hasta el Peñón de Tepechtía, en el cañón deI Sumidero, donde, se dice, se libró Ia última batalla contra los valientes indios.
Al verse cercados por el enemigo, familias enteras de chiapanecas se arrojaron al precipicio; las aguas del río se tiñeron de rojo. Conmovido ante el hecho, el capitán español cesó el combate. Con los sobrevivientes surgieron las primeras encomiendas y en las orillas del río fue fundado un nuevo pueblo: Villarreal de los indios, la Chiapa de los indios: Chiapa de Corzo, que con la Chiapa de los españoles: San Cristóbal de las Casas, dieron nombre al estado. Realidad o ficción, para los chiapanecos, la leyenda del Sumidero es un símbolo de Ia Iucha por Ia ansiada Iibertad.
Otra Ieyenda enraizada profundamente en el sentir de Ios chiapacorceños es Ia que recuerda Ios infaustos días en que, en medio de Ia sequía y el hambre, Ios Iugareños recibieron a una distinguida viajera.
La dama expuso a Ios habitantes deI pueblo el motivo de su viaje: su hijo padecía un extraño mal que Ie impedía mover Ias piernas. Había recurrido a Ios médicos más reconocidos, sin que brebajes ni sangrías lograran recuperarlo, de ahí que ella decidió visitar varios lugares remotos en busca deI remedio "para el chico". Cuando le hablaron de los curanderos de Chiapa decidió consultarlos. AI poco tiempo apareció el de Namandiyuguá (Cerro brujo), quien después de examinar aI joven, le recetó pócimas de hierbas y ordenó que se llevara al chico a los baños de Cumbujujú ("lugar donde abunda el jabalí") para completar el tratamiento.
La madre acudió aI lugar, cerca deI pueblo y poco después, como de milagro, el joven empezó a recobrar Ia movilidad en las piernas.


Agradecida, la mujer, que se llamaba doña María de Angulo, mandó traer desde tierras distantes ganado y grandes cantidades de cereaIes para paliar Ia crisis en Chiapa. Ordenó que se destazara cada día una vaca en Ia plaza y repartió canastas con víveres entre la población.
En el mes de enero, el día de San Sebastián, doña Maria mandó sacar a su hijo en andas y desnudo -como el santo-, para que no volvieran Ias penurias aI pueblo. Más tarde, ambos regresaron a su país; Ia situación había cambiado, la naturaIeza pródiga se manifestó nuevamente, los lugareños relacionaron Ia abundancia con Ia petición hecha por la mujer y su hijo aI santo. Con Ia llegada de un nuevo año, los nativos recordaron la visita con la representación de una muchacha y un joven vestidos como los personajes paseando por Ias calles, rodeados de sus "sirvientes", quienes repartieron comida simbólicamente.

No hay datos que avalen la leyenda, los cronistas no Ia mencionan; sin embargo, el relato-con variantes- se conserva en el recuerdo de los chiapacorceños, y en Ias recopilaciones escritas que se han hecho en este siglo. Pero Ia realidad es que sólo quedan como testigos el Cerro brujo, Ias vertientes deI Cumbujuyú, cercanos a Chiapa de Corzo y Ia conmemoración de Ia visita que tiene lugar todos los años, en el mes de enero durante Ias festividades deI Señor de Esquipulas -herencia guatemalteca-, San Sebastián mártir y San Antonio Abad, Ias "chuntás", "Ios parachicos" y Ias representaciones de doña María de Angulo recorren Ias calles de Ia población en una alegre celebración llena de tradición y colorido.
Los viajeros que van a Ia fiesta, al llegar a Chiapa de Corzo, se encuentran con Ia plaza grande, Ia fuente colonial, llamada por los lugareños Ia "pilota", construida con ladrillo, en estilo mudéjar imitando Ia corona deI rey de Castilla y Aragón, y cuya construcción iniciara fray Rodrigo de León en 1552.


Es también famosa "Ia pochota", ceiba añosa, árbol ritual de los mayas que nunca falta en Ias plazas de Ia región y Ia iglesia de Santo Domingo, erigida entre 1554 y 1576, también de estilo mudéjar, todos ellos mudos testigos de Ia historia de Ia ciudad.
EI bullicio comienza el día 9 de enero, cuando Ias "chuntá", jóvenes disfrazados de mujeres recorren Ias calles de Ia población con faldas floreadas, con tocados y sombreros, maquillados o enmascarados, llevando canastas llenas de banderas de papel, y bailando el movido Bayashando, acompañado deI redoblar de los tambores. AI frente deI grupo vienen los "abrecampo", que provocan la risa de los asistentes. Se dice que esta costumbre tiene su origen en Ias mujeres que acompañaron a Ia señora de Angulo o bien que es una celebración ligada a Ia época de Ias cosechas.

En día 13 se velan Ias ramas que, adornadas con frutas y flores, se llevan en Ia madrugada deI día 14 al barrio de San Jacinto, al Señor de Esquipulas. Allí hay marimba, el cálido aire se mezcla con el olor de la pólvora de los cuetes, los nanches y los jocotes curtidos. El templo es un jardín florido pletórico de azucenas, gladiolas, nubes, dalias, crisantemos, claveles, nardos y margaritas y de “enramas "adornadas con papayas, sandías, guineos, piñas, guías de jocotes, ramos de limas, cocos y pan de rosca. Los santos apenas si se notan entre las flores y el humo del estoraque. En la comida comunal se sirve “cochito" con arroz, chanfaina y tradicional tasajo con pepita.
El día 15, dedicado al Cristo negro de Esquipulas, aparecen los “Parachicos". Es imprecisa la explicación de su origen, hay quien dice que son representación de los comerciantes que, engalanados, iban a la fiesta "para el chico", otros aseguran que son los acompañantes y los mayordomos de Ia señora Angulo que repartían Ia comida, o bien los patrones de cabellos rubios y capas de fiesta
Los Parachicos lucen una montera de ixtle a manera de peluca, es Ia cabellera rubia, además de una preciosa máscara -que imita Ias facciones del español-, con ojos comprados o manufacturados por el artesano, con vidrio fundido sobre un molde y decorado como una pupila.
Portan dos paliacates, uno que cubre Ia cabeza, y el otro que se sujeta alrededor deI cuello con el fin de afianzar Ia máscara.


Aseguradas en Ia cintura y sobre Ias piernas, los Parachicos llevan unas chalinas de seda con flores bordadas, en chaquira y lentejuela, sobre el pecho dos cintas entrecruzadas, en Ias manos un "chinchín" o sonaja de hojalata. Un sarape de Saltillo (de Chiauhtempan, Tlaxcala) atravesado, completa el atuendo.
Los Parachicos aparecen por todo el pueblo, van por Ias banderas a San Gregorio, el templo de Ia loma, para bajarlas a Ia iglesia grande y entre danza y música, patrón y prioste, llevan a San Antonio Abad a Ias ermitas deI Consagrado y de San Antonabal. ¡Allí vienen Ios Parachicos! es el grito que se oye por doquier.
Después deI canto deI Nambujó, que entonaba el patrón en el atrio de Ia iglesia, aI ritmo de Ia guitarra, el tambor y Ia flauta, gritan "Parachico me pediste, parachico te daré y aI compás deI tamborcito, mi chinchín te sonaré", La fiesta continúa. Las muchachas, que visten el precioso vestido de contado y bordado de tul de vuelos con flores multicolores, llenan Ias calles y Ia plaza, llevan sus jícaras recubiertas de maque, prestas a llenar de confeti a los asistentes.

Para el 20 de enero, el mayordomo, que es quien hace el gasto, va a misa, lleva sarape, jícaras, listones, bandas. Después deI rompimiento de Ia fiesta todo es importante, ser marimbero o de Ia banda de música, llevar banderas, llegarse a Ia plaza, cerca de Ia pochota, donde los niños suben y bajan en los caballitos, si bien los novios prefieren Ia rueda de Ia fortuna y otros los jarros de barro con trago.
Mientras tanto, deI templo grande han salido tres imágenes de San Sebastián, dos se llevan a Ias ermitas y Ia tercera, grande, entre banderas, precedida por cientos de Parachicos-ancianos, jóvenes y niños- se dirige a Ia casa deI Prioste, a Ia Comida Grande.
Todos asisten, a veces hasta llega el gobernador deI estado, Ia música no cesa mientras se come pepita con tasajo.


EI día 21 en Ia noche tiene lugar un "combate naval", en Ias márgenes deI río Grande. Los maestros pirotécnicos han dispuesto todo para Ia fiesta nocturna, los artesanos coheteros pintan Ia noche con cascadas de luces de colores y con matices luminosos el oscuro espejo deI Grijalva. También se habla de que esta costumbre tiene antecedentes muy lejanos. En el siglo XVII, Thomas Gage presenció un "combate" que relata en sus crónicas de viaje y que luego se dejó de representar. Fue hasta 1906, cuando Aníbal Toledo, emocionado por un documental de Ia guerra ruso- japonesa, propuso que se reviviera Ia vieja costumbre del "combate".
EI 22 de enero es el día de los carros alegóricos, entonces todos estrenan alguna prenda, los "parachicos", los "abrecampos" y los "estandartes " rodean el carro de doña María de Angulo. Hay concursos, bailes populares y torneos de equipos deportivos.

AI fin llega el día 23, cuando tiene lugar Ia misa de despedida, los asistentes hacen valIa; cuando lIega Ia imagen de San Sebastián, Ias "banderas" y los "parachicos" irrumpen, lIegan al altar y resaltan entre Ia multitud con sus sarapes multicolores y sus máscaras laqueadas al son de Ia música y Ias sonajas. De pronto empiezan a bailar en silencio y se arrodillan, pero enseguida vuelven el ruido y los vivas interminables.
Propios y extraños se hacen la promesa de volver al año siguiente para conservar Ia tradición en Chiapa de Corzo, Ia deI río Grande, el templo, la “pilona, la “pochota”, todo ese mundo mágico de leyendas que es Chiapas.


La peregrinación de los Tojolabales
Vienen de los rincones más apartados de la selva, de los valles de Altamirano y de las Margaritas, de Comitán y de La Independencia. Traen consigo las banderas de colores, los tamborcillos cilíndricos y las cajas de madera con las imágenes del Padre Eterno; hombres, mujeres y niños visten sus mejores galas y llevan en sus manos las flores salvajes de los bosques. Algunos han caminado dos, tres días casi sin comer y sin dormir, todo por la frágil salud de las cosechas y la estabilidad sagrada de las lluvias. El final del viaje es el templo de la Trinidad y para allá avanza, en orden, lenta y kilométrica la peregrinación de los indígenas tojolabales, uno de los grupos étnicos más numerosos de Chiapas, pero también uno de los menos conocidos y estudiados del sureste mexicano.

Dicen los conocedores que la historia de esta etnia se puede resumir en la memoria del olvido. En su libro Los legítimos hombres, el antropólogo Mario Humberto Ruz señala que hasta 1982 existían únicamente 19 trabajos publicados y siete investigaciones inéditas sobre algún aspecto de la cultura tojolabal, y de éstos sólo ocho habían sido realizados en el presente siglo. En fin, poco es lo que se sabe de la historia de este grupo mayense marginado hasta por los mismos científicos sociales.
Una tradición oral rescatada por el investigador Arturo Lomelí González nos dice que los tojolabales eran originarios de la región de los Cuchumatanes, Guatemala, en donde convivían con los indígenas del pueblo chuje de San Mateo Ixtatán. Cuenta la leyenda que estos dos grupos hermanos se enfrentaron en una guerra a muerte por el dominio de unas salinas ubicadas en la región, episodio que finalizó con la derrota de los tojolabales que fueron expulsados con sus familias hacia los valles de Balún Canán, en donde actualmente se ubican los municipios de Comitán y Las Margaritas.
Según la Agenda Estadística de Chiapas (1993), en la actualidad los tojolabales son 25 031 personas distribuidas, en un área de 5 000 km2 de seis municipios chiapanecos, en especial Las Margaritas.
Los antropólogos que se han acercado a este pueblo aseguran que la dispersión de los tojolabales en una zona geográfica considerable se originó porque durante siglos los frailes primero, y posteriormente los hacendados, distribuían a las familias entre las ricas fincas agropecuarias surgidas en esa fértil región para que trabajaran en las labores de peonaje. No hace mucho todavía era famoso el sistema de trabajo conocido como “baldío”, que de acuerdo con Lomelí González obligaba a los tojolabales a trabajar gratis, “de balde”, una de cada dos semanas laborales para “pagarle” al patrón la renta del predio que habitaban, pues sus comunidades eran consideradas como propiedad del terrateniente.
Establecidos en pequeñas colonias ubicadas en los fondos de los valles y la selva, los tojolabales son una etnia prácticamente inaccesible para los viajeros comunes. La mejor oportunidad para acercarse a ellos es durante las romerías que por motivos religiosos realizan durante el año, como la dedicada al Padre Eterno por la petición de lluvias que a nosotros nos tocó presenciar en el mes de mayo de 1994. Los tojol winikotik, los hombres legítimos como se autonombran, son muy afectos a realizar prolongadas peregrinaciones. En 1982, el antropólogo Mario Humberto Ruz describió la existencia de cuatro grandes romerías, entre las que sobresalía la que se realizaba a San Mateo Ixlatán, Guatemala, de donde supuestamente provienen los tojolabales. Otras romerías trascendentes eran las que se dirigían a Santo Tomás Oxchuc en abril y a San Bartolomé de los Llanos, hoy Venustiano Carranza, en el mismo mes. También es famosa la peregrinación en honor a Santa Margarita, patrona de la cabecera municipal de Las Margaritas, que todavía se lleva a cabo en el mes de julio.


Por motivos ajenos a los propios tojolabales, las romerías de este pueblo han entrado en decadencia y algunas han desaparecido casi en su totalidad: el endurecimiento de las autoridades migratorias guatemaltecas y la tensión sociopolítica que se vive desde hace ya muchos años en Carranza, Chiapas, han frenado las concentraciones tojolabales hacia esos puntos de su geografía religiosa. Sin embargo, hay una peregrinación tojolabal que ha crecido en importancia y número de participantes: es la dedicada a la Santísima Trinidad o Padre Eterno, que en su libro Algunas costumbres y tradiciones del mundo tojolabal Arturo Lomelí considera como la más grande de todas y “a la cual asisten el mayor número de promeseros”.

Los festejos de la romería del Padre Eterno inician en abril, cuando los principales de las colonias sacan a la imagen de la Santísima Trinidad por los caseríos con el fin de recolectar limosnas y apoyos materiales para realizar la peregrinación al santuario de la Trinitaria. Los jerarcas nombran a los “caporales” que estarán a cargo de la dirección y seguridad de los caminantes y a los hombres que portarán los cofres con las imágenes y las banderas. Las colonias grandes mandan un caporal por cada 50 personas y ocho banderas; los asentamientos pequeños son representados sólo por dos lábaros.
Todos los grupos tienen rutas de viaje preestablecidas con puntos determinados en donde descansan, rezan y se unen con los otros contingentes. Hay peregrinos que provienen del sur de la selva lacandona y caminan hasta tres días; hay otros que sólo hacen unas horas de camino. Todos se congregan en el templo de San Caralampio, Comitán, en donde se preparan para la última jornada de 17 km que los llevará a las puertas de la iglesia del Padre Eterno, en el poblado de la Trinitaria.
La mañana del día 20 encontramos a los romeros tojolabales en la plaza del barrio de la Pila, en Comitán. Algunos han dormido a la intemperie, otros en espacios rentados en las casas de los barrios aledaños. Poco a poco se empiezan a reunir los integrantes de los respectivos contingentes y cada caporal se encarga de organizarlos para reiniciar la marcha. Entre los caminantes son pocos los hombres que conservan la camisa y el calzón corto de manta con los bordados tradicionales en el cuello y en las mangas. En cambio las mujeres, sin excepción, portan orgullosas sus atuendos típicos y lucen como arcoíris entre los grises atuendos mestizos de sus esposos. Las tojolabales son damas de porte elegante, gustan del turbante, del sombrero vaquero, de las botas y de las zapatillas de colores. El naranja, el celeste, el azul o el verde metálico predominan en sus blusas y faldas; traen pulseras, collares y aretes llamativos y algunos aseguran que los bordados de sus prendas identifican el lugar de origen de las poseedoras y también si son solteras o casadas.

Después de desayunar, los dirigentes de la peregrinación sacan las banderas y las cajas con las imágenes del Padre Eterno del interior del templo de San Caralampio, y con ellas inician el avance a la Trinitaria. Primero van los tambores 30 ó 40, pequeños y cilíndricos; después los cargadores con los cofres de las imágenes, y atrás caminan los abanderados y los peregrinos que llevan en sus manos flores comerciales y exóticas como la llamada jujilnichim, espolón de gallo y orquídeas. El contingente, de 500 a 1 000 tojolabales, desfila por la carretera federal 190; en las afueras de Comitán se le unen docenas de mestizos comitecos y margaritenses, humildes la mayoría y también devotos del Padre Eterno.

Durante el trayecto, don Isidro Aguilar, caporal de tojolabales del municipio de Comitán, nos aseguró que marchaban en la peregrinación indígenas procedentes de 35 lugares, y nos comentó que muchos otros pueblos de esta etnia no habían podido participar en la romería por la aguda situación político-social que se vive en ese momento en el estado de Chiapas. “Con toda seguridad, nos comentó don Isidro, en esta procesión caminan guerreros mayas que han enterrado por unos días las armas y los pasamontañas para darle paso a su fe original, campesina, y estar presentes en ese evento ancestral de la petición del agua”.
Son las dos y media de la tarde cuando el grueso contingente llega a las afueras de la Trinitaria. Ahí los esperan otros grupos que han arribado de por el rumbo de los lagos de Montebello. En la entrada poniente del poblado hay unas cruces frente a un árbol de tempisque, en donde por última vez descansan y rezan brevemente los caminantes.
El poblado de la Trinitaria, meta final de la romería, era conocido antiguamente como Zapaluta, y fue un punto importante para los viajeros porque ahí convergían los caminos principales de la zona: el de la selva, el de los altos, el de la sierra y Guatemala y el del valle del Grijalva. Desde tiempo inmemorial, los grupos indígenas de la región, los coxoh, los mam, los jacaltecos, los zapalutecos y, desde luego, los tojolabales han llegado períodicamente a este poblado a venerar a la Santísima Trinidad. Un dato sobresaliente de este evento es que los rezadores que dirigen las plegarias de las romerías no son jerarcas tojolabales sino un grupo de ancianos zapalutecos (tzentales) quienes, entre otros cargos, preparan los pormenores de la entrada al templo y rezan las oraciones especiales para la petición de lluvia.
Con la presencia del párroco del templo y de cientos de zapalutecos, los peregrinos abordan el tramo final de la caminata. En un llano utilizado como cancha de futbol se efectúa el saludo de las banderas. En una doble fila se forman los abanderados y una a una las van entrecruzando con las otras, y las besan con respeto y devoción. El cura bendice el acto simbólicamente y al mismo tiempo tocan el medio centenar de tambores presente en la fiesta, mientras un grupo de hombres disfrazados de seres del averno bailan, brincan y cometen travesuras entre los grupos de mestizos.
En ese momento las gordas y negras nubes que giraban sobre nuestras cabezas desde un par de horas antes, abren sus compuertas y la lluvia se precipita. Es una buena señal opinan los devotos; los simples mirones corren como locos buscando un lugar para guarecerse. Bajo el aguacero la marcha continúa y avanza por las estrechas calles del pueblo que parecen reventar por el empuje de un río de cientos de personas. La entrada al templo es un poco caótica pues la puerta es pequeña para contener a la avalancha de personas, pero afortunadamente no hay heridos o aplastados. Una vez adentro, los viajeros escuchan misa después de colocar las banderas a los lados del altar. Al final de los oficios religiosos cristianos se retiran los mestizos y únicamente permanecen los indígenas que, en pequeños grupos y dirigidos por los rezadores zapalutecos, entonan sus oraciones de petición de lluvia. Terminando las oraciones pasan de uno en uno a besar el altar en donde está colocado el Padre Eterno, prenden velas y se retiran dando espacio a otros romeros; así hasta bien entrada la noche.
De esta manera finaliza la peregrinación que los tojolabales realizan en mayo al templo del Padre Eterno en la Trinitaria, un evento que los reúne de manera masiva para efectuar la ancestral solicitud de lluvia a las alturas y la consumación de las cosechas.
Al día siguiente, ya en desorden, cada grupo regresa como puede a sus comunidades. Han cumplido con la tradición y sólo les resta esperar la bondad de las fuerzas que gobiernan los mundos estelares.


La pasión de Nicalococ
"Anda a darle de reatazos a la carota de tu abuela, malnacido", le reclama la anciana de rostro arrugado al capitán de los centuriones que, "desalmado", golpea con un chicote la espalda del hombre que carga la cruz. Es una representación, pero para algunos espectadores es como si fuera la realidad. No son pocas las mujeres que se persignan y los señores que miran con ojos de pistola al contingente de romanos: "¡cascudos, así serán muy machos, punta de montoneros!", y echan al aire uno que otro adjetivo impublicable. Sin embargo, el hombre que arrastra la cruz azuza a su verdugo: "No se fije, compa, usted péguele para que valga la pena el sacrificio." Por un instante, Comitán es Jerusalén y el Calvario será en Nicalococ.

Horas antes se habían realizado un partido de futbol, en el que jugaron hermanados algunos apóstoles y centuriones. Dimas, como buen ladrón, se roba la pelota y anota un tanto con un tiro de media distancia. Santiago y Bartolomé, que iniciaron la jugada, lo felicitan con un abrazo. Debajo de un palo de huizache, de playera y shorts, Cristo observa el encuentro, está en la banca sin poder participar, pues le espera una faena agotadora y no debe desperdiciar su energía.
En la esquina del medio campo hay un palo al que Judas Iscariote está amarrado; viste túnica amarillo huevo, calza botas mineras; sus músculos son de trapo y su esqueleto de alambre; mide casi 2 m. Serio, inmóvil, de mirada fiera, de cuando en cuando le pasan rozando fuertes pelotazos que parecen lanzados a propósito para descabezarlo antes de tiempo.
La representación de la Pasión de Cristo de Nicalococ surgió hace apenas una década, cuando un grupo de chamacos del barrio empezaron la costumbre de incinerar cada Sábado de Gloria un Judas de gran tamaño, evento que atrajo paulatinamente la atención de los vecinos. Motivados por el entusiasmo de los "quema-Judas", los adultos acordaron participar también representando algunos de los pasajes principales de la Pasión de Cristo. Sin ningún recursos pero con un ánimo creciente, los vecinos se organizaron, surgieron voluntarios y se reunieron algunos fondos para el vestuario de los actores.
Cada Semana Santa es mayor el número de personas que participan en las escenificaciones y el público asistente es más nutrido. Ahora, gracias al apoyo económico de algunas casas comerciales, de la presidencia municipal y de los propios vecinos, los trajes y disfraces son de mejor calidad y se han sumado otros pasajes de la Pasión a las representaciones, como la Última Cena y la Captura de Cristo.
El principal promotor y organizador de la Pasión de Cristo de Nicalococ es don Rubén Ventura López, quien representa a Judas Iscariote. Conserje de una escuela secundaria, don Rubén ha movido cielo, mar y tierra para preservar esta naciente tradición y darle difusión en todos los rincones el estado.
Durante nuestra visita a Nicalococ, el papel de Jesucristo estaba a cargo de Álvaro Robles Alfaro -con su barba abundante y cabellera un poco larga-, quien llevaba ya dos semanas santas representando al nazareno. "Es una faena de mucho esfuerzo físico y moral -nos dice-, ya que todo el año se tiene uno que mantener en buena condición física a base de ejercicio y mostrar su conducta personal un comportamiento intachable: nada de tomar en exceso, ni líos de faldas o pleitos callejeros, o sea personificar el buen ejemplo entre los demás varones del barrio."
Con dos hijos pequeños y un empleo modesto, don Álvaro nos asegura que la vida es el verdadero Vía Crucis, en comparación con lo que realiza cada Viernes Santo; sin embargo, llevar una cruz de veintitantos kilos por más de 4 km de pronunciadas subidas y bajadas, caminando descalzo bajo el sol de abril que, aunque sea al atardecer, cae con enjundia por estos rincones, y recibiendo de cuando en cuando un buen chicotazo en las costillas, es un sacrificio respetable y agotador que no cualquiera aguanta, por más devoto que sea. No obstante, don Álvaro realiza su papel con verdadera entrega.


El Vía Crucis
Estamos en el barrio de San Sebastián; a las cuatro de la tarde el Jesucristo de Nicalococ aparece azotado y coronado de espinas, conducido por una partida de soldados romanos. En el atrio de la iglesia están reunidos un grupo de personas, los apóstoles y el par de ladrones que morirían con el nazareno. Trepado en la cajuela de un carro se encuentra el Judas de trapo, con un letrero en el la espada que dice "traidor" y una bolsa de monedas en la mano. Los apóstoles visten túnicas de varios colores y lucen algunas barbas postizas; los romanos traen capas rojas y cascos plateados de cartón que parecen, algunos, de futbol americano. Varios actores calzan huaraches o tenis y otros, al igual que Cristo y los ladrones, van descalzos.

Cristo y los ladrones encabezan la procesión, precedidos por las vírgenes y los apóstoles, y al final los concurrentes. Jesús viene escoltado por un pelotón de romanos que gritan mueras "al impostor", al tiempo que pican con sus lanzas de madera las costillas de los ladrones. A don José Gómez Espinosa, el hombre más cortés y amable del rumbo, le corresponde, en su papel de capitán, ser "el más grande, el más malo" y martirizar al Mesías.
La comitiva avanza por el centro de Comitán, en esos momentos desierto. La multitud espera en Nicalococ. Gente de los barrios aledaños y de algunos municipios vecinos, como La Trinitaria y Las Margaritas, aguarda dispersa entre los pedregales y en la cancha de futbol. Al aproximarse la procesión, la gente se arremolina alrededor. Los centuriones, entre ellos una niña, cumplen su papel de soldados y abren el espacio para que Cristo pase entre el tumulto.
En los últimos 200 m, las personas que vienen descalzas caminan sobre piedras; la marcha es lenta y los romanos castigan a sus prisioneros.
Un hueso de mango pasa volando cerca del capitán de "los cascudos" en el momento en que le da un par de chicotazos a Cristo para que se levante de su última caída. "Cómo sos caemal, vos grandulón", le grita alguien al verdugo. "Aunque sea de a mentiras, da coraje todo lo que le hagan a Chuchito", nos dice otro espectador.
Finalmente llegan al Gólgota; esperan cinco minutos a que Cristo tome un descanso, pues en esta ocasión no hubo ningún Simón de Cirene que lo ayudara con la cruz y se ve profundamente extenuado. Posteriormente, lo crucifican: le amarran las muñecas a la cruz, parado sobre una tablita agregada al palo central. Siguen los rituales de rigor (la lanzada mortal, las últimas palabras) y Cristo muere exactamente con el sol; los últimos rayos del atardecer cubren la silueta de su cuerpo con un halo enceguecedor que dramatiza el momento.
Cae la oscuridad. Del fondo de las piedras surgen diablos y seres grotescos que al ritmo del tambor llegan a celebrar con Judas la traición y la muerte del Mesías.
Cargado entre varias personas, el gigantesco Judas de alambre y trapo baila entre los concurrentes. Algunos le dan cerveza en la boca; otros más atrevidos bailan con él. Al anochecer, en la penumbra, Judas empieza a musitar su arrepentimiento.
ATRACTIVOS HECHOS POR EL HOMBRE

TUXTLA GUTIÉRREZ
Para ser Chiapas un estado con gran cultura antigua, tiene en contraste una capital sorprendentemente moderna. Tuxtla Gutiérrez es una ciudad muy activa y un importante centro de comercio. Se encuentra en lo parte oeste del valle central del estado y es una zona cafetalera muy importante. En los alrededores existen yacimientos de ámbar por lo que Tuxtla Gutiérrez es el lugar ideal para comprar la joyería hecha con esta resina natural tan codiciada.
Tuxtla Gutiérrez ("Lugar de Conejos" en nahuatl) era prácticamente desconocido hasta 1892, cuando le arrebató el título de ciudad capital a San Cristóbal de las Casas. En años recientes, la ciudad ha crecido considerablemente gracias al descubrimiento de yacimientos del petróleo en el noroeste de Chiapas.
Los lugares obligados para visitar en Tuxtla Gutiérrez son: el Museo Regional de Historia y Antropología que presenta piezas prehistóricas descubiertas en lo región; la catedral de San Marcos y el atractivo Jardín Botánico. Lo ciudad también tiene el zoológico más impresionante de América Latina, el Zoológico Miguel Alvarez del Toro, llamado así en honor de su fundador. Este zoológico tiene la fauna característica del estado de Chiapas como monos aulladores, tapires, jaguares y otras especies en peligro de extinción. Sus amplios jaulas se asemejan lo más posible a su hábitat natural.

PALENQUE
Situado sobre las colinas al pie de la montaña, a orillas de la selva de Chiapas, Palenque es, si no el sitio más hermoso, sí el más estético del mundo maya. La mayoría de los exquisitas estructuras de estuco fueron construidos durante el Periodo clásico, cuando la ciudad tuvo su máximo esplendor. Entre los edificios más impresionantes están el Templo de los Inscripciones, erigido sobre la restaurada cripta de un rey maya, El palacio de varios niveles y el Templo del conde. Este sitio arqueológico se encuentra a 180 kilómetros al sureste de Villahermosa sobre la carretera 186. También se llega a Palenque por la carretera 199 desde san Cristóbal de las Casas.

YAXCHILA
Justo al lado del caudaloso Río Usumacinta está la zona arqueológica de Yaxchilan. A la fecha no se ha terminado de excavar y permanece parcialmente cubierta por la selva. La estructura principal en este sitio clásico es el Templo 33. Los indígenas de la selva Lacandona siguen viniendo a rendir homenaje a Hachakyum -su principal deidad. Se puede llegar a Yaxchilán por avión o por lancha y el viaje normalmente se combina con una visita a Bonampak.

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASASUbicado en un boscoso valle en lo alto de los montañas de Chiapas, esta mágica ciudad colonial, fundada en 1528, es famosa por sus iglesias. Entre los principales sitios de interés están la Catedral, la Iglesia de Santo Domingo y la Iglesia de Las Monjas de la Encarnación. San Cristóbal también es el mercado principal para los mayas de los tierras altas que vienen a vender su mercancia desde los pueblos vecinos como son San Juan Chamula, Tenajapa y Zinacatán. El llegar ahí significó hacer un viaje de dos horas por una sinuosa carretera montoña arriba
ATRACTIVOS NATURALES

Algunos de los atractivos naturales que puedes encontrar en Chiapas son: Parque nacional xona la selva negra, parque madero en Tuxtla Gutiérrez, volcán de tacaná, cañón del sumidero, mirador y el escopetazo, cascadas de agua azul, cascadas de milsoja, el aguacero, el rió Mendoza al unirse al rió tzaconeja forma una catarata, selva el Ocote y Parque Natural Manglar Zaragoza.

EL CAÑON DEL SUMIDERO.- Un viaje en barco por esta maravilla natural brinda al visitante la increíble vista de acantilados de más de mil metros, brumosas cascadas y oscuras grutas. Regularmente hay salidas de barco desde chiapa de corzo a orilla del Ría Grijalva. El viaje dura aproximadamente dos horas.
Su forma actual se empezó a modelar hace por lo menos 12 millones de años.
A lo largo del Sumidero, es posible apreciar los estratos sedimentarios que constituyen sus paredes, las cuevas y las cascadas que se han marcado su forma pétrea derivada de la disolución de las calizas.
La mayoría de las cascadas son temporales; entre ellas destaca la conocida como "Arbol de Navidad".
Hay versiones diferentes acerca de las dimensiones del cañón. En el caso de su longitud, varían de 13 a 22 km, en función de lo que se tome como punto inicial y final.
Lo mismo ocurre con su anchura, que va de los 200m al nivel del agua a los 2 km en la parte más alta.
Más controvertida es la altura máxima, que según los libro varían entre 700 y 1400 m. Después de la construcción de la presa Manuel moreno Torres y el aumento consecuente del nivel de las aguas, se puede afirmar que la altura máxima de las paredes difícilmente sobre pasas los 800 m.

CASCADA DE AGUA AZUL.- Llamada así por sus increíbles aguas color turquesa, estos bellas cascadas se encuentran a 60 kilómetros al sur de Palenque. Se puede caminar por preciosos senderos para ir de excursión por lo selva y nadar en tranquilos estanques.
Una vez descubiertas las cascadas, y observando el creciente número de visitantes, fue necesario, con la finalidad de resguardar el área, declararla desde 1980: "Zona de Protección Forestal y Refugio de Fauna Silvestre".
Este es uno de los mejores lugares recomendables para practicar la fotografía, el excursionismo, el campismo y demás actividades al aire libre; además, podrá adquirir algunos artículos de artesanía regional.

EL ZOOLÓGICO MIGUEL ALVARÉZ DEL TORO.- Fue fundado en 1942 por Elíseo Palacios para el estudio y la conservación de la fauna regional. Desde 1980 se ubica en el Zapotal, una zona cubierta de selva mediana compuesta por árboles de chicozapote, zapote colorado, zapote negro, ámate, jocotillo, cedro y baqueta, entre otras especies.
Este ambiente propicia un hábitat cercano al original para los animales que allí vive. El recorrido se realiza por un sendero de 2.5km que lleva a conocerá los animales es sus encierros e incluye sólo ejemplares de la fauna regional: jabalíes, grisones, quetzal, venado cabrito, tejones, hocofaisanes, pavo ocelado, jaguar, tapir, felinos diversos, jaguar negro, pavón (símbolo de este zoológico pues es una ave que solo habita en Chiapas y se halla en peligro de extinción), viejo de monte, sensos, nutria, pajareras (tucanes, guacamayas, y otras aves), herpetario (reptiles vivos), hormiguero arbirícola, aves acuáticas, aves rapases, guaqueques, venado de campo, coyote, monos araña y saraguatos, mapaches y zorras, tortugas, vivario, (arañas e insectos), casa nocturna (aloja ejemplares vivos de especies de hábitos nocturnos), avario, aves limnícolas y cocodrilos.
El Zoomat cuenta también con aula audiovisuales, librería, área de orientación ecológica, refresquerías y zonas de comedores para días de campo.
Abarca 139 ha y lleva su nombre en honor de quien ha sido su director desde 1944 y se le deben importantes estudios sobre la fauna chiapaneca.

LAGOS DE MONTEBELLO.- Cerca de la frontera guatemalteca, por la carretera Panamericana está este magnífico Parque Nacional. Su paisaje es increíble con selva exuberante y una serie de tranquilos lagos de colores que van desde el tono pastel hasta el profundo tono terroso.
Misol-Ha.- Como a 20 kilómetros de Palenque, camino a San Cristóbal de las casas, la impresionante cascada de Misol Ha es un espectáculo realmente refrescante que agradecen los viajeros. La exuberante selva sirve de fondo a las cascadas que caen desde gran altura a una alberca natural, perfecta para nadar.
LUGARES HISTÓRICOS

ZONA ARQUEOLÓGICA DE JUNCHAVÍN.- Sitio maya que tiene una posición estratégica sobre un cerro. Su ocupación data del periodo preclásico tardío (900-1200 d.C.) con más intensa actividad constructiva en el clásico tardío (600-900 d.C.).

ZONA ARQUEOLÓGICA DE TENAM PUENTE.- (Tenam proviene de la voz náhuatl tenamitl: fortificación) Zona maya ubicada a 13 Km al suroeste de Comitán, el mayor desarrollo se dio durante el periodo clásico tardío; consta de más de 60 estructuras en una extensión aproximada de 30 hectáreas. Entre las construcciones destacan dos juegos de pelota en forma de “I”o de “T” doble. Para la edificación de esta ciudad se emplearon grandes y elevadas terrazas que dieron lugar a la formación de cinco niveles, donde se establecieron plazas abiertas y cerradas, patios y corredores.

ZONA ARQUEOLÓGICA DE CHINKULTIC.- (Caverna con descensos, del tojolabal chen: caverna, y koeltik: descenso. Otra toponimia la traduce del tzeltal como santuario pequeño). Sitio maya ubicado en el municipio de La Trinitaria, al poniente del lago Tepancuapan, se adaptó a una serie de colinas calcáreas y a la presencia de varios cuerpos de aguas, entre los que destaca el Cenote Azul; su apogeo se dio en el clásico tardío (600-900 años d.C.), aunque su ocupación duró varios siglos después, a diferencia de los centros mayas de las tierras bajas. La acrópolis o Grupo A consta de un basamento principal, una plataforma y cuatro altares distribuidos alrededor de una pequeña plaza todo ello al borde del cenote. El basamento principal tiene cuatro cuerpos superpuestos, una escalinata central limitada por alfardas y un templo en la parte superior todavía no explorado. El grupo C lo conforman edificios delimitados con un juego de pelota con cabezales asimétricos, perduran varias estelas erosionadas; de este lugar procede un disco de piedra que representa a un jugador en actitud dinámica, orlado con jeroglíficos de índole calendárica, conocido como Disco de Chinkultic, el cual actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Antropología.

ZONA ARQUEOLÓGICA DE BONAMPAK.- Centro urbano arqueológico del periodo clásico maya.
Los edificios tienen de uno a tres cuartos en una sola crujía, rematada por cresterías caladas, pertenecientes al periodo medio de los señores teocráticos (hacia 540 d.C.). Uno de ellos, el denominado Templo de las Pinturas, tiene tres salas, cuyos muros y bóvedas están totalmente decorados al fresco; las pinturas presentan escenas de la vida maya hacia el año 800.

ZONA ARQUEOLÓGICA DE YAXCHILÁN.- La ocupación principal de esta ciudad maya ocurrió de 350 a 810 d.C. en el periodo clásico.
Entre sus edificios más significativos está el Templo de los Cuatro Dinteles Esculpidos, el Templo Rojo, el Palacio de las Siete Cámaras, El Laberinto, la Casa de Hachakyum y la Escalera Jeroglífica. Hacia el año 725 la ciudad fue gobernada por el señor Escudo-Jaguar, quien consolida el poder en la región y una expansión territorial que se afianzó con el mandato del señor Pájaro-Jaguar.
ZONA ARQUEOLÓGICA DE PALENQUE.- Se encuentra a 8 kilómetros de la cabecera municipal, en las primeras estribaciones de la vertiente septentrional de la sierra chiapaneca, que colinda con el extenso llano boscoso de Tabasco y sur de Campeche. Destaca el recinto ceremonial sobre una plataforma artificial, el denominado Palacio, con su torre y sus galerías abiertas al exterior; hacia el norte un pequeño juego de pelota, así como la desembocadura de un acueducto que capta las aguas del río Otolum, que atraviesa la ciudad; hacia él se encuentra adosado al cerro el Templo de las Inscripciones, que alberga la tumba del rey Pakal; en un nivel más elevado se encuentran los templos del Sol, de la Cruz y de la Cruz Foliada. Palenque se acerca al límite occidental del área maya y su florecimiento, como el de los demás centros de la región del Osumacinta, se sitúa en el periodo clásico tardío (siglos VII al IX).

ZONA ARQUEOLÓGICA DE TONINÁ.- (Casa grande de piedra, del tzeltal ton: piedra, nibak: grande, y na: casa). Sitio arqueológico maya ubicado en el municipio de Ocosingo a 12 kilómetros de la cabecera. El espacio sagrado de Toniná es una gran montaña artificial, construida sobre una cordillera natural de arcilla, al norte del valle de Ocosingo. Consta de siete plataformas de piedra sobrepuestas de más de 70 metros de alto, en las que se construyeron templos, palacios y canchas de juego de pelota que integran un laberinto; destacan el Altar de Sacrificios, el Palacio de las Grecas, el Templo del Monstruo de la Tierra y el Templo de los Prisioneros. El apogeo de esta zona data de finales del siglo VI a principios del X d.C.

ZONA ARQUEOLÓGICA DE IZAPA.- Centro Ceremonial ubicado en el municipio de Tuxtla Chico. Fundado alrededor de 1 500 a. C. Fue a lo largo de un milenio el más grande e importante centro civil y religioso de la Llanura Costera del Pacifico, de filiación Olmeca, pero situado en el contacto con las tierras ocupadas por grupos mayas. Su importancia derivada del tráfico de cacao y probablemente de obsidiana importada. En la actualidad los vestigios aparecen como montículos de tierra y plataformas de cantos rodados. Las estructuras que rodean las plazas antiguamente sustentaron templos, piedras labradas y sin labrar, además de altares y otros monumentos pétreos.
Fuente Colonial.- Construcción de estilo mudejar ubicada en la plaza principal de la ciudad de Chiapa de Corzo, municipio del mismo nombre. Obra de Fray Rodrigo de León, edificada en 1560. Está construida totalmente de ladrillo, con casi todas las piezas cortadas en punta de diamante.
Centro Histórico de San Cristóbal de Las Casas.- Por la arquitectura de sus edificios, son dignos de admirar: la Catedral, construida hacia la segunda mitad del siglo XVII; el templo y Exconvento de Santo Domingo, ubicado en el antiguo barrio del Cerrito, ornamentado con retablos de muy buena factura y un bellísimo púlpito tallado sobre madera; igualmente atractivos son el templo de San Cristóbal, ubicado en una elevación natural entre los barrios de La Merced y San Antonio; el templo de San Antonio, cuya estructura data del siglo XVI; y el Templo del Carmen, en el que aún se conserva una bella torre de estilo un tanto cercano al mudéjar. Además, existen otros inmuebles que abarcan diversos estilos que van desde los platerescos hasta los de orden neoclásico, como la casa de don Diego de Mazariegos, hoy convertida en hotel, y la residencia don Francisco de Montejo, con su estructura del siglo XVIII que combina elementos decorativos de los estilos barroco y neoclásico.

CENTRO HISTÓRICO DE COMITÁN.- Muestra una imagen colonial que lo distinguen como uno de los más bellos del sureste mexicano destacan las columnas de madera que conforman singulares espacios, los jardines y calles se completan en perfecta armonía con los vestigios del tiempo.
LUGARES CULTURALES

CENTRO CULTURAL “ROSARIO CASTELLANOS”.- Ubicado en el municipio de Comitán, cuenta con sala de usos múltiples, salones donde se imparten diversos talleres artísticos. En este edificio se realiza un programa de televisión, que se trasmite por la televisora local; editándose además la gaceta del centro cultural.

CENTRO CULTURAL EXCONVENTO DE SANTO DOMINGO.- El conjunto conventual dominico de Chiapa de Corzo data del siglo XVI. A partir de 1993 se inaugura este centro, integrándose con la colección del Museo de la Laca. Cuenta con talleres artísticos y productivos. En 1994 se integra la sala correspondiente al grabador chiapacorceño Franco Lázaro Gómez, además se crea la sala histórica del edificio, la de exposiciones temporales Alejandrino Nandayapa y el Auditorio Fray Matías de Córdova.

MUSEO REGIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA.- Su construcción es de estilo contemporáneo, cuenta con dos salas de exposición permanente; la primera se refiere a los pueblos prehispánicos de Chiapas; y la segunda, abarca aspectos históricos, artísticos y etnográficos del siglo XVI a la actualidad. Se encuentra ubicado en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.

CASA DE LAS ARTESANÍAS.- Está destinada a la exposición y venta de las artesanías del estado, cuenta con un museo etnográfico que muestran escenas de los diferentes grupos étnicos de la entidad. Se encuentra ubicada en Tuxtla Gutiérrez.

CENTRO CULTURAL JAIME SABINES.- Alberga una biblioteca pública, así como salones donde se imparten diferentes talleres artísticos; además cuenta con una sala de exposiciones temporales y un auditorio. Se encuentra ubicado en Tuxtla Gutiérrez.

CENTRO CULTURAL DE LOS ALTOS.- Instalado en un antiguo exconvento dominico, en el municipio de San Cristóbal de Las Casas: El museo cuenta con una sala de la historia de esa ciudad, que muestra algunos acontecimientos específicos. Alberga también una sala de exposición y venta de variados textiles cuyos diseños datan de la época prehispánica.

MUSEO NA BOLOM.- Antigua casa neoclásica de principios de siglo, que en maya significa “Casa del jaguar”. Cuenta con una biblioteca con más de 10 000 volúmenes dedicados a la historia, cultura y antropología de la región. Destacan la sala dedicada a la zona arqueológica de Moxviquil; la sala etnográfica, donde se pueden apreciar elementos representativos de diferentes grupos étnicos, principalmente de los Lacandones; así como la sala de textiles tradicionales; también cuenta con hemeroteca, fonoteca y una capilla con obras de arte religioso colonial; una sala de exposiciones temporales. Al fondo de la casa se encuentra un Jardín Botánico. Este museo está ubicado en San Cristóbal de Las Casas.

MUSEO DE LAS CULTURAS POPULARES.- Ubicado en un edificio decimonónico, exhibe ciclos de la vida cotidiana de los pueblos de Chiapas, tales como: el agrícola, el de fiestas, el cívico y el ciclo del tiempo, así como otras manifestaciones del arte vernáculo regional; la museografía habla de las culturas vivas a partir de los calendarios rituales y agrícolas, permite conocer cómo se celebran la Semana Santa, el Día de Muertos y hasta eventos particulares, como los quince años, bodas y nacimientos, entre otras. Este museo se encuentra ubicado en San Cristóbal de Las Casas.

MUSEO DE LA MEDICINA MAYA.- Tiene como objetivo principal dar a conocer las prácticas curativas tzotzil-tzeltal a nivel regional, nacional e internacional. Compuesto por diversos ambientes museográficos en los que se ilustra la medicina tradicional en Chiapas, así como el trabajo de cada médico tradicional indígena y sus recursos terapéuticos. Por la ambientación lograda, constituye uno de los ambientes más interesantes para el visitante y para los médicos tradicionales, pues es considerado como un espacio sagrado, ya que los santos que resguardan el lugar debieron ser bendecidos para ser colocados en este espacio. Este museo se encuentra ubicado en San Cristóbal de Las Casas.
ARTESANÍA DE CHIAPAS
Dentro de la amplia gama de artesanías de México, la artesanía chiapaneca ocupa un lugar relevante producto de la gran diversidad de etnias que la conforman, así como de sus raíces propias que se remontan a sus antepasados Mayas y Zoques, creando un mosaico maravilloso de productos que expresan el sentir de un pueblo que conserva de forma muy arraigada sus tradiciones y que en un esfuerzo mantener vivas sus costumbres y de mejorar sus condiciones de bienestar, dan a conocer al mundo todo su arte por medio de productos que representan siglos de conocimientos y costumbres.
Todo este arte usted lo tiene a su alcance ahora, gracias al establecimiento de empresas como LIPP CAPITAL S.C., quienes han establecido un contacto cercano directamente con los artesanos, quienes se han organizado en cooperativas que les permiten establecer niveles de producción que satisfacen las demandas de productos bajo condiciones optimas de calidad, precio y volumen.
Nuestro objetivo es el de establecer una alternativa confiable para los pequeños productores y artesanos de desean exportar sus productos y a la vez que nuestros clientes, tengan la confianza de obtener los productos directamente del productor.
Si alguno de nuestros productos es de su interés, o requieren de algún otro tipo de producto típico mexicano esperamos nos hagan llegar sus necesidades a la brevedad posible vía FAX o por correo electrónico.

ALFARERÍA
La alfarería es un oficio extendido por todo México, pero las téncicas de modelado a mano, el uso de torno, los moldes y el pastillaje son especialmente interpretadas y manejadas con gran destreza por los alfareros chiapanecos.
La sencillez de sus formas, los colores y decorados así como el uso del bruñidor y esgrafiado identifican a los objetos de cerámica de las regiones indigenas de Chiapas.

CESTERÍA
La milenaria ténica de la cestería chiapaneca tiene mucha semejanza con la de la rama textil, ya que el tejido se hace sobre una urdimbre de varas o juncos rígidos y la trama con materiales mas flexibles, siendo estos principalmente el otate y la palma, así como el carrizo y el bejuco.
Los principales artículos que se producen son sombreros, canastos, pantallas, petates y muchos objetos de ornato.

JOYERÍA
Desde tiempos muy remotos, una de las gemas mas preciadas por los diferentes pueblos de Chiapas, ha sido el Ámbar, el cual es una resina fósil de color amarillo que presenta varias tonalidades, desde la mas clara hasta la obscura dependiendo del contenido de otros minerales. Esta piedra, es trabajada por los expertos joyeros chiapanecos, quienes combinan con otros metales preciosos como el Oro y la Plata para crear pulseras, collares, dijes, anillos y aretes de gran calidad y alto contenido artístico.

METALISTERA
Uno de los trabajos mas apreciados por los visitantes al estado de Chiapas y en particular a San Cristobal de las Casas es el de metalistería. Los artesanos con los antiguos métodos de fuelleo y martillado producen auténticas obras de arte, utilizando la hojalata y el hierro como principal materia prima elaborando barandales, cruces, aldabas y muchos objetos mas, con una clara reminiscencia colonial.

LACA
Caracterizados por la decoración floral, las artesanas de Chiapa de Corzo conservan la remota tradición de las 'Jícaras' y 'Jicalpextles' pintados que inician al colocar el óleo con la yema de los dedos y finaliza al delinear los dibujos con pinceles de pelo de gato hechos por ellas mismas.

TALLA EN MADERA
Después de la dominación española, las exigencias religiosas de las etnias tuvieron que cambiar sus imágenes de santos, existiendo un gran auge en la talla de figuras. Hoy en día esta técnica sobrevive gracias a que los artesanos han creado una variedad de productos que van desde las imágenes de santos, hasta la creación de productos para la decoración y utensilios para comedor o escritorio, siendo la representación de indígenas de diferentes grupos étnicos. Las mascaras y las figuras de animales los temas mas usados.
FIESTAS Y FOLKLORE

AMATENANGO DEL VALLE
Julio 25. Festividad de Santiago Apóstol. Los alférez de la población galopan a caballo en la fiesta.

COMITÁN DE DOMÍNGUEZ
Febrero 11. Se festeja a San Caralampio, con danzas de Demonios y feria. Noviembre 1 y 2. Celebración de muertos, con ofrendas y música.

CHIAPA DE CORZO
18 al 22 de enero. Fiesta de San Sebastián y feria popular. Se festeja con danzas de Parachicos, desfile de carros alegóricos y un “combate naval”.

PALENQUE
Agosto 4. Fiesta de Santo Domingo de Guzmán. Feria popular y fuegos artificiales.

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
Hay festividades durante nueve de los doce meses del año, en los distintos barrios de la ciudad, dedicadas a las vírgenes o a los santos patronos de los templos tutelares. Las más importantes son el 1 de abril, que se conmemora el aniversario de la fundación de la ciudad y el 25 de julio, que es la fiesta titular de San Cristóbal.

SAN JUAN CHAMULA
Junio 24. Festividad de San Juan Bautista. Inicia dos días antes con procesiones y feria. Ocasionalmente se hacen danzas.

TAPACHULA
Agosto 28. Fiesta de San Agustín. Dura siete días con una gran feria.

TUXTLA GUTIÉRREZ
Abril 25. Fiesta de San Marcos, que dura cinco días con feria, procesiones y fuegos artificiales.

ZINACANTÁN
A lo largo de nueve meses hay festejos importantes en esta comunidad, destacando la de enero 20, que es la fiesta de San Sebastián, que se festeja con procesiones de indígenas disfrazados y feria.
Las fiestas movibles más importantes se pueden presenciar en las siguientes poblaciones: El Carnaval es de gran colorido y alegría en lugares como Amatenango del Valle, San Cristóbal de las Casas, San Juan Chamula, Larráinzar y Zinacantán. La Semana Santa encuentra sus mejores expresiones en lugares como Ángel Albino Corzo, San Juan Chamula, Simojovel de Allende y Zinacantán.
Del 10 al 17 de abril, Feria de San Marcos, fiesta popular, juegos mecánicos, eventos deportivos y culturales en la Catedral de San Marcos, procesiones nocturnas con farles cortando varas (Zomes), que son adornos con hojas, frutas y dulces.
Del 16 al 25 de agosto, la feria de San Roque, fiesta religiosa patronal del barrio de San Roque con puestos de artesanías, dulces típicos y juegos mecánicos.
De noviembre a diciembre se celebra La Feria Chiapas, una feria comercial, donde se presentan exposiciones ganaderas, artesanales, actividades deportivas y culturales.
Feria de la Primavera y de la Paz (siete días a partir del Domingo de Resurrección), con carros alegóricos, llevándose a cabo diferentes eventos sociales, culturales y deportivos.
Del 8 al 23 de enero, celebración de la Fiesta de San Sebastián. Esta fiesta es famosa por la danza de los parachicos. Se lleva a cabo un desfile de carros alegóricos que va encabezado por la representación legendaria de la figura de la benefactora doña María de Angulo. La simulación de un combate naval se realiza en el río Grijalva la noche del 21 de enero. Se celebran misas especiales en honor al Señor de Esquipulas, San Antonio Abad y San Sebastián patrono del pueblo.

SAN JUAN CHAMULA
24 de junio, día de San Juan Bautista. En ella participan todas las autoridades de las tres órdenes, quienes portan sus trajes ceremoniales y el bastón de mando que han heredado del mismo San Juan, por eso el bastón es símbolo de gobierno y es el poder mismo.
El “Kin Tajimoltic”. Coincide con las fechas del carnaval cristiano y en el calendario maya corresponde a los cinco días perdidos después de los 18 meses de 20 días.
El 31 de diciembre. Fiesta político-social, en que juran a sus cargos las nueva autoridades.